El velo de Isis

Jesus Jordan Parra
3 min readOct 3, 2020

El Ser es incondicionado y es inmortal. No está sujeto a las leyes de la física, no mora en el universo manifestado. Sino qué mora permanentemente conectado, en el plano de lo no-manifestado, sin forma material y sin tiempo. Si esto es así, y muchos eruditos han especulado sobre ello, que puede aportar el que escribe….

El Ser es la inmanencia de cada uno, su Alma. Ésta conoce nuestro mundo de los sentidos a través de su cuerpo físico, pero con una intencionalidad que es subjetiva e intransferible de cada uno, cada Alma nace aquí proveída de su huella, su carácter, de un sustrato que viene de muy lejos, de una acumulación de experiencias; en la Tierra, en otros planos o en otros mundos y ciclos de manifestación.

Por tanto ese saber llamado in-nato, etimológicamente que proviene antes del nacimiento, ya nos dice mucho. Nuestro carácter nace con nosotros y viene con nosotros al plano físico. Éste se ve influenciado por la cultura y las personas cercanas, padres, hermanos, amigos, asociaciones, parejas, etc…y de todo ello en una secuencia repetitiva de días al que llamamos tiempo, se va auto-conociendo y reconociendo a través de las relaciones con los demás, de la relación consigo mismo, con su cuerpo físico y con lo aprendido aquí. Frecuentemente lo aprendido aquí pone en cuestión sentimientos muy profundos contradictorios, que nos hacen a veces sentirnos como una oveja negra en el mundo. Separados del resto…y siempre nos acompaña una sensación de soledad y de querer saber la Verdad. Es decir que necesitamos comprender el porqué de esa insatisfacción…

Buscamos y buscamos. Esa ha sido siempre una de mis actitudes ante la vida. Buscar respuestas para comprenderme y comprender el mundo. También intentar saber cómo mejor encajar dentro de él. Cómo estar tiempo con la gente con la que te asemejas. Los amigos y los padres, las relaciones habituales hasta que nos hacemos adultos, es una búsqueda de aquellas personas con las que nos sentimos a gusto. Con las que pasaríamos horas…….y cuando esto sucede sientes enseguida una sensación de conexión, de intimidad, de sentirnos cerca. Este es un sentimiento muy interno, intuitivo, de cercanía.. Conectamos con las personas con las que estamos en planos de cercanía, ante los grandes interrogantes de la existencia, y también con los que compartimos una manera de relacionarnos y de posicionarnos con el mundo, diferente a cómo nos lo han vendido. En las escuelas, en las corrientes principales de pensamiento. Por los medios de comunicación de masas desde los años 60.

En esta época mal llamada “modernidad”, cada vez estamos más separados unos de otros. Recientemente con los últimos bandazos ideológicos de lo que es correcto e incorrecto, la separación entre quien se siente cómodo en un paradigma científico-cosmológico, y el contrario se agranda, se clarifica, parece que todo el bombardeo masivo de los últimos 60 años está jugando su partida final.

¿Estamos en el fin de los tiempos, en el Apocalipsis?

Apocalipsis significa “revelación”, “quitar el velo”. Definitivamente se están quitando y poniendo muchos velos en este año 2020. El mundo manifestado es un continuo movimiento de todo, pero lo que más me interesa a mí es el baile de los velos del conocimiento oculto, del saber Tradicional, de la verdadera cosmología. De aquella que lo contiene y explica todo. Estos movimientos del Velo son los que me motivan.

El Velo es un objeto y un símbolo para cubrir o descubrir, para tapar o para destapar, para ver y para no ver, para comprender y para no comprender…….Es lo que hace tan interesante para cualquier estudioso del fin de la existencia, y del ser en este plano de manifestación; produciendo experiencia continuamente, pensamiento y creación.

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Jesus Jordan Parra

Writer of essays, poetry, stories. Studious of the ancestral Traditions. I am also a student of the etymologies of words.